

El Santo Entierro
Autor: Enrique Pérez Comendador (1.948-51)
Para ilustres especialistas (Lafuente Ferrari, Angulo Iñiguez) este grupo escultórico es la aportación máxima
del siglo XX al campo de la imaginería religiosa. El propio Lafuente, junto con el Rector Magnífico de la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo, D. Ciriaco Pérez Bustamante, recomendaron como artista idóneo al
cacereño Pérez Comendador (1.900-1.981) a quien encargó el paso el Gobernador civil de Santander y Hermano
Mayor de la Cofradía D. Joaquín Reguera Sevilla, gracias a cuyo mecenazgo pudo pagarse el alto costo del
conjunto. Tres años completos dedicó el escultor a esta que siempre consideró su creación preferida.
El estudio compositivo es tremendamente elaborado y magistral, convergiendo todas las líneas, ritmos y
actitudes en el centro, el Cristo o elevándose a la Virgen Madre.Buscándose lo mejor para la obra, se
empleó pino sueco de 100 años de antigüedad, el oro batido (mas de 2.000 panes) se trajo de Florencia y
los materiales y pigmentos de la policromía de París y Holanda. Los ojos son de marfil y carey.
Comendador se autorretrató en José de Arimatea, retrató a su esposa en María Cleofás y a un discípulo
suyo en San Juan. Entre 1.969 y 1.994 el paso ha estado depositado en el Museo Diocesano de Arte
Sacro (Santillana del Mar). Su autor ha sido uno de los grandes estatuarios españoles del siglo XX,
debiéndosele creaciones tan destacadas como los monumentos a la infanta Mª Luisa (Sevilla), San Pedro
de Alcántara (Caceres), Pedro de Valdivia (Santiago de Chile), etc.