Lecturas misa diaria
Publicación diaria de los servicios de oración y liturgia del Arzobispado de Madrid
-
Evaristo, papa y mártir (s. II)
Santos: Rogaciano, Felicísimo, Luciano, Marciano, Heráclides, Tito, Floro, Eliavo, mártires; Alor, Amando, Basilio, Eata, Dorgan, Derbilia, Leptina, Atanasio, confesores; Gutberto, Fulco, Gaudioso, Rústico, Bernardo, Sigisbaldo, Aptonio, obispos; Evaristo, papa; Quadragésimo, abad; Cenid, monje. Nació por los años 60, de una familia judía asentada en tierras griegas. Recibió educación judía y aprendió en los liceos helénicos. […] -
De verdad delante de Dios
En el evangelio de hoy, Jesús nos habla de dos hombres que suben al templo a rezar: uno fariseo, cumplidor, seguro de sí mismo; y otro publicano, pecador, consciente de su fragilidad. Ambos oran, pero sólo uno sale justificado. El fariseo se presenta ante Dios con una lista de méritos. No mira a Dios, sino […] -
26/10/2025 – Domingo de la 30ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA La oración del humilde atraviesa las nubes.Lectura del libro del Eclesiástico 35, 12-14. 16-19a El Señor es juez, y para él no cuenta el prestigio de las personas. Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre, sino que escucha la oración del oprimido. No desdeña la súplica del huérfano, ni […] -
Frutos, confesor (642-715) Engracia, y Valentín, mártires (s. VIII)
Santos: Crisanto, Daría, Crispín, Crispiniano, Proto, Jenaro, Teodosio, Lucio, Marcos, Miniato, Claudio, Valentín, Engracia, Marciano, Pedro, Martirio, mártires; Cleto, confesor; Bonifacio I, papa; Frontón, Gaudencio, Hilario, obispos; Frutos de Segovia, eremita. Los cuerpos de san Frutos, santa Engracia y san Valentín, venerados por los cristianos segovianos, se conservaron en la ermita de San Frutos, cerca […] -
Tú eres la apuesta de Dios
En tiempos de Jesús, muchos pensaban que si alguien sufría era porque había hecho algo malo, como si Dios castigara de forma directa. Pero Jesús rompe esa idea. Dice con claridad: “¿Pensáis que eran más pecadores que los demás? Os digo que no.” El mal, la desgracia o la enfermedad no son castigos de Dios. […]