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La Rueda de San Roque se trata de un voto colectivo realizado a San Roque por los pueblos de Bustablado, Duña y Toporias consistente en una comida que se da a los pobres en la festividad del Santo.

Desde tiempos inmemoriales, el día 16 de agosto de cada año se ha venido celebrando en la pradera de San Roque, compuesta por prados que rodean a la ermita de dicho santo, y son propiedad de diversos particulares que siegan, preparan y ponen a disposición para el evento, se celebra una comida de caridad, en la que los vecinos de los pueblos ya mencionados obsequian a los pobres en cumplimiento de un voto perpetuo hecho al Santo por el favor concedido en la época de las pestes, librándoles de tal epidemia, -que afectó en aquellos contornos a personas y animales-, desde que iniciaron el cumplimiento de tal voto. La fidelidad de estos pueblos al cumplimiento de este voto ha hecho que se cumpliese hasta en los años de la Guerra Civil española.

Con el paso del tiempo, muchas cosas han cambiado, y hoy, los pobres de antaño se han convertido en devotos, romeros y turistas, no obstante, el sentimiento colectivo de compromiso con el Santo se sigue cumpliendo y la devoción popular sigue siendo muy fuerte. Hoy ya no se pide al Santo por la erradicación de la peste sino por la cura de otras enfermedades y otros favores para solventar las dificultades de la vida que sufren las gentes. Incluso en la actualidad, según Antonio Montesinos nos dice, la gente del lugar achaca a la protección del Santo el haber quedado libre sus ganados de la epidemia de carbunco del año 1993.

A la Ermita del Santo los lugareños acceden desde su pueblo por diversos lugares. Los forasteros lo tienen fácil por cualquiera de las dos carreteras secundarias que llegan a Duña.

La Ermita de San Roque se encuentra muy próxima a la línea fronteriza entre Bustablado y Toporias. Se trata de un edificio sencillo, sin carácter artístico alguno, forma rectangular, tejado a dos aguas, con la fachada este prácticamente abierta al exterior pero negado el acceso por un enrejado que permite arrojar a su interior monedas y donativos para el Santo. En su interior se aprecia un altar de piedra enfrente de una talla de San Roque rodeadas de las imágenes de un Sagrado Corazón de Jesús y una Inmaculada, la peana y angarillas procesionales al costado del altar y por último, una Cruz de madera en el lado sur.


La organización del compromiso votivo corre a cargo de una cofradía creada al efecto desde tiempos remotos, sus últimos estatutos, son de 1922, con una reforma del 1982 para actualización de las normas a los tiempos que corren. Veamos algunos de sus capítulos:

"Cap.1º . Siendo el Santo Sacrificio de la Misa el mejor medio para conseguir del Señor el auxilio de nuestras necesidades , se establece que la misa del día de San Roque se celebrará en su Capilla, se aplicará por todos los hermanos cofrades, debiendo estos asistir a dicha celebración, abonando por ella cinco pesetas.” (en la Reforma de 1982, se hace obligatoria esta asistencia controlada por el Alcalde, y bajo multa de 500 pesetas).

Cap. 7º. El día de la fiesta será obligación de todos los cofrades comer en las inmediaciones de la Capilla de San Roque (... ...). Se exceptúan de esta obligación el primer año de defunción de cualquiera de los esposos, igualmente de hijos pasando estos de 7 años y el primer semestre de hermanos. También deber estar exento cualquier cabeza o miembro de familia que tenga empleo o viaje particular, siempre que no falte la demás familia que compone el hogar, teniendo en cuenta que el que no tenga cualquiera de estos impedimentos, pagará una multa de 4 pesetas. (en la reforma de 1982, 500 pesetas)."

También de fecha imprecisa, según A. Montesinos, es probable que de fecha próxima a la de la reforma de estatutos de 1982, tenemos un documento sobre las costumbres a tener en cuenta. Entresacamos algunas:

"1.- Es obligatorio ir a la leña a uno de cada casa, solteros mayores de 15 años. Los hijos de Cofrades deben repartir la comida.
(... .... ....)

4.-Los mozos y mozas se encargarán de que las patatas estén peladas, para la hora de la verbena. De lo contrario se pasará la verbena una hora, para realizar el pelado de las patatas.
(...)

7. Sólo podrán tocar los Picayos los hijos de Cofrades, tanto residentes como forasteros."

De las normas citadas, se deduce que Cofradía esta organizada por cofrades del pueblo y cofrades forasteros. Estos últimos, son los que originarios o nacidos en los pueblos de Bustablado, Duña y Toporias trabajan y residen fuera de los mismos. El representante del grupo doméstico es el cabeza de familia, que en caso de viudedad puede recaer en una mujer, aunque la pueda representar el hijo soltero que con ella resida para el ejercicio de algunas obligaciones. La Junta General de la Cofradía la ostentan un Presidente y un Mayordomo, elegidos por turno anual entre los cofrades.

El Presidente es el responsable de la organización y gestión de los aspectos profanos de la celebración: compra de la vaca sanroquera (la que servirá de base para la comida votiva), contratar el sacrificador de la misma, compra del pan, patatas, garbanzos chiribías y demás condimentos; contrato de cocineros; control y ajuste de cuentas; organizar el desarrollo de la comida, etc.

La función contable del Presidente está compartida con el Mayordomo, más dedicado a los aspectos religiosos de la cofradía. Paga al cura y predicador, recolecta las monedas y limosnas arrojadas en la ermita, compra velas y flores, limpieza y ornamentación del templo (generalmente, estas últimas tareas las hace su mujer o hija).

Nos limitaremos a los actos religiosos:

  1. La procesión del santo por la pradera de San Roque. Se ordena yendo a su cabeza tres niños que portan la cruz procesional y dos cirios; a continuación va el santo patrono en andas sobre cofrades, después el grupo de danzantes y panderetas cantando las coplas al santo propias de la ocasión y los sacerdotes; y en cola extensa, por último el grueso de cofrades y asistentes sin orden alguno.
  2. Celebración de la Santa Misa. Se inicia una vez reintegrada la imagen del santo a su ermita. Ya hemos dicho que las asistencia es obligada para los cofrades y se controla por autoridades estatuidas por la Cofradía.
  3. La organización de la rueda de San Roque o rueda de pobres. Las gentes, a excepción de los cofrades, se sientan en la pradera formado grupos circulares donde se efectuarán en su interior el baile de los danzantes al son que cantan los picayos del santo. Terminados éstos, se inicia el reparto de la comida a los sentados que se han de acomodar en una única línea circular, sea cual sea el tamaño que alcance. Primero se les da el pan, luego, los garbanzos y después la carne. Los cofrades a quienes también obliga comer en la pradera, lo hacen en casetas aparte allí montadas para la fiesta. El cura, según la costumbre, pasará por las distintas mesas a dar su bendición. A la terminación de la comida se cantará un responso a las Ánimas en la capilla.


Cantos de la Procesión

Ya sale la procesión
la procesión ha salido.
Ya sale la procesión
por este canto florido.
Salgan mis compañeritas,
salgan a cantar conmigo.
Somos las chicas del pueblo
que venimos a cantar
y los chicos tan dispuestos
que a nuestro son tocarán.
Hoy vemos al pueblo entero
cómo por aquí desfila
y se postran reverentes
ante la imagen bendita.
Qué es aquello que relumbra,
que relumbra como el oro,
es la imagen de San Roque
que la sacan en su trono.
Con regocijo filial,
lleno de amor estupendo,
a nuestro santo patrono
acompañe todo el pueblo
Sigamos la procesión,
acompañemos al santo,
que todo el pueblo nos siga
para honrarle por el campo.
Este santo milagroso
es cual luminoso faro,
que con su potente luz
ilumina nuestros pasos.
Qué es aquello que relumbra,
que relumbra como plata,
es la imagen de San Roque
que la vuelven a su casa.
La sacamos de su casa,
la volvemos a traer.
La volvemos a su casa
con mucho gusto y placer
Los picayos de San Roque

Luce hoy la cristiandad
una fiesta muy preclara
de San Roque nuestro santo
que este pueblo le proclama.
Más que siempre, entusiasmados,
celebramos la fiesta
y sentimos al hacerla
la más grata complacencia.
Este pueblo entusiasmado
quiere hacer una gran fiesta
y guardar eternamente
el recuerdo de esta fecha.
Para gloria perdurable,
honor grande aquí en la tierra,
que se sienta enaltecida
ante tan sublime escena.
Este tan sublime santo
bien merece se venere,
que libre a sus fieles
de los males y las pestes.
De sus padres gran fortuna
de muy joven heredó,
repartiéndola entre pobres
a Roma se dirigió.
La paciencia de este santo
el Señor quiso probar,
una peste le acometa
que él sólo pudo curar.
La gente apestada y triste
en agua pendiente halló,
con su trabajo y esmero
la salud le devolvió.
Olvidado de las gentes,
solo en un monte vivió.
Por providencia divina
un perro lo alimentó.
Por fin se vuelve a su tierra,
donde nadie lo conoce.
Su tío le juzga espía
y en prisión lo esconde.
Herido de peste muere
el santo peregrino.
Pídele a Dios por nosotros
¡Oh! Roque doctor divino.
A San Roque se dirigen
nuestros íntimos afectos.
Que San Roque y sus cofrades
son la gloria de este pueblo.
A estas cántabras montañas
sube hoy el forastero
para recibir del santo
bendiciones y consuelos.
Al Señor cura del pueblo
vamos a felicitar,
que ha celebrado la misa
con mucha solemnidad.
Los dos que le acompañaron
lo han hecho con gran primor.
Ángeles representaron
ante el altar del Señor.
Al señor predicador
damos las debidas gracias
que a todos nos extasió
con sus divinas palabras.
Salud para el presidente
le pedimos a San Roque,
para todos los cofrades
que la peste no nos toque.
A estos jóvenes que bailan
la gratitud les debemos,
que han querido acompañarnos
con mucha gracia y esmero.
A ti glorioso San Roque
pedimos la bendición
y a tus devotos cofrades
no les niegues protección.
Adiós glorioso San Roque
hasta el año venidero
que si tenemos salud
a cantarte volveremos (bis).


Por último, expresemos que la devoción a San Roque está ampliamente extendida por Cantabria. Por algunos testimonios se ha llegado a saber que en la catedral de Santander en uno de sus altares, en el s. XVIII, existió una triada de Santos anti-peste: San Matías, San Sebastián y San Roque). Aunque no como patrono de iglesia parroquial, en cuya comparación con San Sebastián, está menos representado; como patrono de pueblos y comunidades le gana con ventaja. La causa está en que, en la época de las fundaciones de las parroquias (Alta Edad Media), el Santo conocido a efectos de protección contra la peste era San Sebastián y no San Roque, nacido en Montpelier (Francia) en 1295. Parece que a partir de la segunda mitad del s. XV al XVII, en el alma popular este último santo sustituyó al anterior, quizás porque se tratara de un santo más moderno y que había sufrido en sus propias carnes la pestilencia. Ramón Maruri Villanueva, nos dice en el prólogo del libro que sirve de base a este artículo, que la especialización de San Sebastián como santo terapeuta contra la peste se basa en el simbolismo de su martirio, ya que no murió a pesar de haber sido brutalmente asaeteado, guardando relación simbólica con las flechas del quinto jinete apocalíptico (interpretado como símbolo de la pestilencia). La especialización de San Roque tiene un fundamento más real y menos simbólico, y por lo tanto más comprensible a las comunidades populares. De esta forma la devoción popular es la que originado la proliferación esta tierra de ermitas y cofradías en honor a este Santo. Las indicamos en el cuadro siguiente:

ERMITAS Y COFRADÍAS ERIGIDAS EN HONOR DE SAN ROQUE

PARROQUIAS
Y LUGARES
Ermita Cofradía PARROQUIAS
Y LUGARES
Ermita Cofradía
Abionzo Isla
Adal-Treto Islares-Oriñon
Ajo Lanchares
Alceda Lerones
Aldea de Ebro Lezana
Aliezo (1) Los Cos
Anero Mogrovejo
Argoños Obeso
Arnuero Ontoria
Bárago-Soberado Perrozo
Bárcena de Cicero Pido-Espinama
Baró Polanco
Barriopalacio de Anievas Proaño
Bezana Pujayo
Bielva-Rábago Riva de Ruesga
Bustablado-Toporias Rudagüera
Cabezón de la Sal Ruente
Cabrojo San Mamés de Meruelo
Caloca y Vendejo (2) San Miguel de Aguayo
Cambarco Santa María de Cayón
Carmona Selaya
Castillo Pedroso Seña-Tarrueza
Cóbreces Soano-noja
Colindres Sobarzo
Colio Susilla
Dobres-Cucayo Ubiarco
Escalante Vega de Carriedo
Escobedo de Villafufre Vega de Pas
Guriezo Villafufre-San Martín
Hazas de Cesto Villasuso de Anievas
Hermosa Viñón
Ibio-Herrera