Patrona del Valle de Piélagos

Es una talla de madera policromada, de estilo gótico popular sedente, con el Niño desnudo que mueve el brazo izquierdo. perteneciente al siglo XV, aunque algunos la sitúan en siglos precedentes. En su mano derecha sostenía un cetro, no conservado, y en su mano izquierda sostiene al Niño, que a su vez portaba, en sus orígenes un globo. Sobre el origen de la misma existe la leyenda popular de que en la segunda mitad del siglo XV, en un atardecer, unos pastores de la zona, en el monte Bizute encontraron, en el ahuecado del tronco de un roble que ardía, una sencilla y pequeña imagen. La llamaron "La Quemada", por tener en su dorso restos de aquel fuego.

Asombrados por tal descubrimiento, y en tan especiales condiciones, los habitantes del antiguo Concejo de Vioño decidieron edificar un pequeño humilladero para rendir culto a esta imagen. A partir de ese momento comenzó un constante peregrinar de romeros y lugareños, procedentes tanto de los pueblos del valle como más alejados, que acudían con una afluencia diaria al pequeño altar erigido en honor de "La Quemada". Las escasas dimensiones del lugar de culto hizo que los vecinos del lugar decidiesen acometer la construcción de una ermita de mayores dimensiones.

La imagen de la Virgen de Valencia resistió al fuego, en la fecha en que fue descubierta, y también se conservó tras la destrucción bélica de 1936 al 1939.

"La Quemada" es objeto de devoción desde sus comienzos, sobrepasando las fronteras territoriales del municipio de Piélagos. Su popularidad hacía que llegaran a venerarla devotos desde la antigua zona central de las Asturias de Santillana. Existen además documentos escritos y testamentos, de las zonas del Valle de Camargo, Toranzo o Cabezón, entre otros, en la que se cita tanto a la imagen como al santuario. Algunos autores creen que la advocación a Valencia le fue dada en recuerdo de Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de la región valenciana.

El 8 de septiembre de 1921 fue proclamada Excelsa Patrona del Real Valle de Piélagos, aunque su patronazgo también se extiende a otros municipios colindantes como el de Polanco donde también goza de gran devoción, y desde entonces esa fecha miles de romeros suben hasta el santuario para asistir a una misa solemne seguida de una procesión por la campa colindante.. Se trata de una jornada cargada de actos religiosos y festivos, que atrae año tras año a un más que nutrido grupo de peregrinos y visitantes de todos los rincones de la región. Ese día el municipio de Piélagos en pleno acude al recinto del Santuario de la Virgen de Valencia, un bello lugar situado en plena montaña, y permanece allí hasta la finalización de las celebraciones. Las agradables temperaturas que caracterizan esta fecha ayudan a que todos los asistentes disfruten de un agradable día campestre, en el que no faltan numerosos actos de entretenimiento.Los pueblos de Sobarzo, Polanco que tienen también prometido un voto y Renedo tienen determinado día y hora para sus oficios religiosos y misas votivas.

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