EL INICIO DEL SIGLO XIX: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA:

Con la invasión francesa en 1808, las autoridades municipales de Santander y el obispo Menéndez de Luarca, que luego se pondrían al frente, mantuvieron al principio mucha prudencia intentando controlar en todo momento la situación. Pero hubo un motín popular el 26 de mayo, y se formó a partir de entonces la Junta Suprema Cantábrica, presidida por el Obispo Menéndez de Luarca, acérrimo enemigo de la Revolución Francesa y de sus ideales. Se formó el "Armamento Cántabro", milicia de voluntarios contra el invasor. Al ser vencida dicha milicia, y ante el acoso a Santander, el obispo junto con los restos de la misma tuvo que huir de la ciudad hacia Asturias. Implicadas las instituciones de la iglesia en la resistencia se ganaron la seria desconfianza del poder francés. Así, José Bonaparte decretó la supresión de las órdenes religiosas, que supuso el abandono del monasterio de Monte Corbán por parte de sus monjes. Para regresar a él deberían esperar a la vuelta de Fernando VII.