Hablo del libro de título Black Culture Matters (La cultura negra importa) y subtitula ¿Por qué es hora de dejar de fingir que el racismo es el problema?. Su autor, un fiscal negro estadounidense, demuestra que no es el racismo sino su propia culpa la que en Estados Unidos mantiene a los negros en la marginación.
Cada año, los afro-americanos se comportan peor académicamente que cualquier otro grupo cultural en los Estados Unidos. Y, cada año, hombres y mujeres afro-americanos cometen más delitos violentos per cápita que todos los demás. ¿Por qué este preocupante "problema racial" persiste más de medio siglo después de las victorias de la era de los Derechos Civiles?
De acuerdo con las voces liberales imperantes en los medios de comunicación y académicos, la "supremacía blanca" es responsable de las diferencias grupales en rendimiento y logros. Pero en este libro explosivo, el fiscal federal Nick Pilgrim demuestra que, desde que la Revolución de los Derechos Civiles esto ha cambiado profundamente en su país, pues ha sido la cultura y no el racismo la fuerza más influyente que ha configurado el destino de los negros en los Estados Unidos.
Como lo demuestra de manera convincente Pilgrim, los problemas más importantes que afectan a la actual comunidad negra, como son la preponderancia masiva de negros en las cárceles y también masiva preponderancia entre ellos de relaciones familiares desestructuradas (las estadíticas dicen que 3 de cada 4 niños negros son hijos de madres solteras), no son causados por la supremacía blanca. Por el contrario, son el resultado inevitable de las malas elecciones en el estilo de vida. Pero debido a que es más fácil buscar chivos expiatorios que enfrentar verdades difíciles, muchos líderes negros y "estudiosos de la raza" han preferido ignorar estos hechos.
El autor, de raza negra, en su libro Black Culture Matters, considera fallidos a los líderes de hace más de 60 años, los míticos Dr. Martin Luther King Jr. y Malcolm X y deja en claro lo que debería hacerse para lograr la paridad con otros grupos raciales (chinos, asiáticos, hispanos, etc..) que han logrado un avance social más fuerte. Este libro, que inspira el pensamiento y es perspicaz, es una lectura obligada para cualquier persona que quiera saber cómo la falsa bandera de la desigualdad racial continúa ensombreciendo la sociedad estadounidense y lo que se puede hacerse para superar este problema crónico. En conclusión, la culpa de la desigualdad social de los negros, para el autor, un negro, es de los propios intelectuales de su propia raza, empeñados en blandir unas quejas de racismo ya superadas.
El libro aún no se ha traducido al español. Es que a los poderes de este mundo, esa detestable seudo progresía de izquierda imperante, no les interesa nada divulgar las ideas de un negro que defiende a su país del racismo con que es acusado.
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