Leyendo en la página de e-cristians un llamado Resumen del Informe a la mayoría. La Iglesia como chivo expiatorio y el ocultamiento de la pederastia. En este título, que condensa el juicio de la poca actividad que sobre este asunto tiene el gobierno de España, encuentro confirmadas mis opiniones sobre este particular, ofreciéndome unos datos que lo corroboran.
El primero es que ya en 1994 el Ministerio de Asuntos Sociales encargó un informe que señaló que los abusos a menores cometidos por maestros y profesores afectaban al 23% de las niñas y al 10% de los niños. Otros estudios confirman cifras de este orden. Y sin embargo, los gobiernos y los medios de comunicación han ignorado este espeluznante dato.
El segundo dato que presenta es el estudio de la Fundación ANAR, realizado entre 2009 y 2019, que muestra que los presuntos delitos cometidos por miembros de la Iglesia solo significan el 0,2% del total: un fenómeno muy doloroso pero al mismo tiempo muy marginal. La misma fuente constata que por cada delito de abuso cometido por un sacerdote, 5 han sido cometidos por monitores, 18 por maestros y profesores, 26 en relaciones iniciadas por internet, 50 por la pareja o expareja y 72 por un amigo o compañero.
Tras este último dato, con lógica, e-cristians deduce que la insistencia del gobierno en fijarse solo en los casos que tienen relación con la Iglesia e ignorar el resto, el 99,8% de los casos, es un grave escándalo. Investigar solo este tipo de casos demuestra que no se está indagando sobre un delito, sino que se está señalando como sospechosos a aquellos eclesiásticos de una determinada fe religiosa, que son presentados como el chivo expiatorio que permite continuar sin abordar un abuso tan extendido en la sociedad. Se busca perjudicar a la jerárquía en su conjunto, asociándola a la pederastia, dejando fuera de foco la dimensión social de este delito y, de hecho, encubriendo la importancia, claramente mayor, de otros sujetos.
Aclara e-cristians, que no es la investigación sobre la pederastia lo que cuestionan, sino el hecho de que se focalice en un grupo particular y reclaman que se estudien todos los casos cometidos, y no solo el de una arbitraria ínfima minoría por el hecho de pertenecer a la Iglesia católica.
Deploran la actuación de las instituciones eclesiales al prestarse a crear comisiones eclesiales para tratar el tema en su seno sin, al mismo tiempo, reclamar enérgica y persistentemente de las autoridades comisiones para indagar el delito de pederastia en su totalidad, es un error de dimensión histórica. También en esto coincido en opinión con e-cristians.
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