Nuestros caminos de pecado tenemos que dejarlos, Cristo nos propone el camino de hacernos pescadores de hombres y San Pablo nos habla del momento apremiante en que estamos. ¿Quizá un momento pre parusiaco? Reflexión sobre las lecturas de la misa del Domingo 24 de enero de 2021

Este es un humilde y personal intento de encontrar la relación que guardan entre sí las lecturas de este día. La primera lectura versa sobre la predicación del profeta Jonás en Nínive anunciando el mensaje divino de su inminente destrucción y cómo ante ese anuncio la ciudad hace penitencia y obtiene la revocación por parte de Dios de su castigo Jonás (3,1-5.10).

La segunda lectura, Carta de San Pablo a los Corintios (7,29-31) también nos apremia a un cambio de vida, en el que todos nuestros sostenes, preocupaciones o goces humanos deben de dejar de tener importancia, porque la representación de este mundo se termina.

Finalmente, el Evangelio, se refiere al primer mensaje o anuncio de Jesús a sus apóstoles. También ante su llamada, hay una respuesta de aquellos, aceptando el cambio de vida que Jesús les propone, a saber, hacerles “pescadores de hombres”. Al igual que a los ninivitas el mensaje terrible de Dios les inspiró un cambio de vida dejando sus malas acciones, a los apóstoles el mensaje de Jesús en que les pide que inicien una nueva vida con Él les hace abandonar su anterior vida de simples pescadores.

De las expresadas lecturas se han de deducir algunas formas de cambio de vida que nos pide Dios: a los que vivimos en una vida pecaminosa que nos arrepintamos de nuestros malos procederes, pues la verdadera conversión, nos libra de un castigo. Nuestras malas acciones nos separan de Dios y nos hacen acreedores del castigo divino, nuestro cambio a una vida de buenas obras por medio de la conversión nos otorga el perdón de Dios, por esencia, misericordioso. Nosotros quizá estamos viviendo, con la pandemia de la Covid-19 un castigo divino de destrucción de vidas de alcance mundial. Nos diferencia con los ninivitas que ellos tuvieron un anuncio de un profeta como Jonás, ante el cual tuvieron la oportunidad de cambiar sus modos de vidas contrarios a la Voluntad de Dios. Nosotros para este castigo que nos ha caído no hemos tenido ningún profeta humano que nos avisara. Pero es que quizá, después de la venida de Nuestro Señor Jesucristo esto ya no nos sea necesario. Los cristianos debemos saber, que la leyes de Dios rigen el mecanismo del mundo, y las desgracias y catástrofes que sacuden al mundo proceden de nuestras propias y erradas acciones. Si el mundo se aparta de Dios éste resulta castigado. Esta pandemia es un castigo merecido por la actuación de todos los hombres. Cambiemos hacia un camino de unión mayor con Dios y el castigo nos será levantado. Los cristianos tenemos que ser los primeros en acumular buenas obras y oraciones de perdón y misericordia a Dios no sólo para nosotros sino para el mundo entero.

Por otro lado, quizás tenemos que ser hoy conscientes de que hoy también Cristo a sus fieles nos pide que, a nuestro modo y aun fuera de la Jerarquía de su Santa Iglesia, seamos también "pescadores de hombres". Expresión que, como todas las evangélicas, quizás sea más rica de lo que a primera vista parece. A un pez para pescarle se le lanza un anzuelo con un cebo para pescarle o una red que no perciba para apresarle. Acciones que incluyen una actividad sorpresiva, incluso hasta cierto punto engañadora. Ahora solo nos toca saber, qué cebos o señuelos tenemos que lanzar con nuestro anzuelo para pescar a los hombres de hoy, o por qué lado, tenemos que lanzar nuestra red para que les sea con ellos más sorpresiva. Se requiere que afinemos nuestro arte para la pesca de hombres.
Finalmente, quiero terminar mi reflexión con el "momento apremiante" de que nos habla San Pablo en su Carta. Hoy viendo una evolución humana de nivel mundial, que ya no es el globalismo cristiano que rigió hasta pasados siglos, unido al declive que percibo en los miembros de la propia la Iglesia Católica, me pregunto si ese momento apremiante no estará cobrando caracteres pre parusiacos. ¿se estará llegando a lo que él literalmente expresa como la terminación de la representación de este mundo?

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