Argomilla
(Santa María de Cayón)
BIEN DE INTERÉS CULTURAL (B.O.E. 24-3-1982)

Iglesia
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Esta iglesia fue una abadía o monasterio, hay escritos del siglo XV en los que se cita al Abad Fernán González. Contiene una colección de sepulcros en un pequeño edificio exterior a la iglesia, lo cual reafirma su función monástica. La iglesia es un buen edificio románico, está casi completo, exceptuando la torre y la sacristía.

Ábside
Ábside

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Por la planta se ve que fue de una sola nave, sus muros se conservan en su totalidad y con un solo ábside semicircular con presbítero. En el alzado destaca su altura, la interesante puerta de labrados capiteles, la composición del ábside y las cornisas románicas con sus canecillos. Se aprecia en ella el gran trabajo de los maestros escultores de Castañeda, por lo que se fecha dentro de la primera mitad del siglo XII.

En el exterior, comenzando por la puerta oeste, hoy bajo la torre, podemos ver su disposición que nos lleva a la fecha indicada. Sus arcos de medio punto con arquivoltas de baquetón, media caña con medias bolas agallonadas, baquetón, billetes y otro baquetón. Todas apoyen en dos columnas a cada lado y en jambas prismáticas.

Capiteles
Capiteles

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Los capiteles llevan cimacios de entrelazas y palmas inscritas en círculos tangentes, cestas con cabezas de leones unidas, uno de ellos montado por una figura humana a gatas. El otro de este mismo lado tiene animales fantásticos que se muerden el lomo. Los del lateral derecho tienen diferentes decoraciones; animales, figuras humanas...

En el muro sur hay dos ventanas, aspilleras románicas con arquillo de medio punto, es alto y se conserva una cornisa de flores inscritas en círculos tangentes. Está sostenida por veinte canecillos variados.

El ábside se divide en tres calles verticales separadas por fustes de tambores entregas que parten de basas con escocia de bolas (derecha) o sin ellas. Los muros del presbiterio se hicieron en línea con el semicírculo del ábside, sin contrafuertes, lo que debilitó a aquél en el norte, por lo que hubo que refo rzarlo con uno más potente. Los canecillos de la capilla absidal tienen mayor figuración que los de las naves. Hay que añadir dos capiteles de los fustes que llegan a la cornisa.

Ventana
Ventana

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Iglesia
Iglesia

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El muro norte también conserva sus canecillos entre los que abundan los no iconográficos.

Las ventanas del ábside fueron románicas las tres, una por cada calle. La del sur desapareció modificándose cuando se construyó la sacristía. Las otras dos son de medio punto, sin chambrana ni arquivoltas la central, y con chambrana de billetes y arquivolta de baquetón la que mira al norte. Los capiteles de ambas son de bolas y volutas, bolas de caperuza y lisas, de acantos simples muy destrozados y de leones afretados de pie.

El interior es consecuencia directa de su alzado. La nave cubierta de madera, el presbiterio se cubre con bóveda de medio cañón y el ábside con la de horno.

La cabecera es el elemento más importante. El Arco triunfal es de medio punto muy rebajado, quizá por el hundimiento, está apoyado sobre capiteles decorados.

Interior
Interior

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De una sola nave y un sólo ábside, se conserva románica en su mayor parte. la torre, la sacristía y la galería del sur, son añadidos posteriores. La puerta de entrada, situada debajo de la torre, que la oculta, es de arco de medio punto, con arquivoltas decoradas que apoyan sobre capiteles con figuraciones animalísticas. El ábside se divide en tres tramos verticales separados por columnas cuyos capiteles llegan hasta la cornisa haciendo de canecillos.

De las tres ventanas que tuvo el ábside sólo se conservan dos intactas: la central y la del lado norte. Una larga serie de canecillos decorados recore lo alto de los muros, tanto del ábside y presbiterio como de la nave. En el interior, el arco triunfal es de medio punto rebajado que apoya sobre capiteles labrados muy del estilo – lo mismo que los de la puerta – de los maestros que trabajaron en Castañeda. Es muy probable, pues, que en su tiempo dependiese del monasterio de Santa Cruz. Por todo ello, la obra parece de mediados del siglo XII. Además de la belleza e importancia de la obra, tenemos que reseñar la existencia en el exterior de la iglesia de Argomilla de una serie de sarcófagos de los siglos XI, XII y XIII.

Con seguridad hubieron de ser de la necrópolis románica adjunta a la iglesia. Frente a ésta puede verse la casona solariega, muy montañesa, de Ceballos el Caballero, que guarda cierto parecido con el Castillo de Agüero.

Iglesia
Iglesia

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