Mata de Hoz. Valdeolea
Declarada Bien de Interés Cultural
B.O.C. 9-7-1993 / B.O.E. 19-8-1993


PULSA EN LAS FOTOS QUE SIGUEN PARA AMPLIARLAS, UNA VEZ AMPLIADAS PULSA FUERA DE ELLAS PARA VOLVERLAS A REDUCIR


X

<

>

X

<

>

Esta pequeña iglesia bajo la advocación de S. Juan Bautista a pesar de las abundantes reformas que ha tenido, principalmente con el añadido de dependencias como una sacristía y dos capillas, domina su alzado primitivo con muros de sillería permaneciendo su plano románico de una sóla nave, ábside semicircular y presbiterio recto. La cubierta es de madera. En su interior, podemos apreciar remodelaciones de época gótica como el arco triunfal ligeramente apuntado y pinturas murales del siglo XV de gran interés, atribuidas al mismo autor de las próximas de Santa Olalla en La Loma y Las Henestrosas. Otros elementos interesantes conservados de la época medieval son la buena portada, un elegante y articulado ábside así como parte de las cubiertas interiores originales.


ÉPOCA:

Segunda mitad del siglo XII, aunque ha tenido diversas remodelaciones en los siglos XV-XVIII.

Canecillos
Canecillos

X

<

>

X

<

>

Plano de la Iglesia
Plano de la Iglesia

X

<

>

ARQUITECTURA Y ESCULTURA:

En el muro sur se encuentra la portada. Se trata ésta de un acceso abocinado con arcos y arquivoltas ligeramente apuntadas decoradas con formas geométricas (billetes, caveto y baquetones), que apoyan sobre dos columnas a cada lado, aunque el muro de la capilla añadida ha hecho desaparecer uno de los fustes de la derecha. La rosca se trasdosa con guardapolvos y el conjunto con tejaroz sobre canecillos. De los dos capiteles de la izquierda, uno es de tipo decorativo y el otro de palmas o volutas superpuestas. El único capitel de la derecha es de hojas entrelazadas. Las basas son sencillas con collarino, escocia, toro y plinto cuadrado.

En la zona de la cabecera, en el exterior del hemiciclo o ábside, cuyo muro se encuentra dividido en tres calles mediante contrafuertes en forma de pilares prismáticos que, a determinada altura, se convierten en medias columnas adosadas que alcanzan el alero y cuyo capitel pasa a formar parte del conjunto de canecillos que lo sostienen.

X

<

>

X

<

>

Es en este conjunto de canecillos en el que, por otro lado encontramos sencillos restos de figuración: dos rollos sobre caveto, cabeza de animal, rollo sobre pirámide, bola de caveto, etcétera. En el paño central se abre un pequeño vano abocinado con arquivoltas taqueadas de extrema sencillez.

Ya en su interior debemos centrar nuestra atención en la zona de la cabecera, cubierta con bóveda de cuarto de esfera y medio cañón, para hemiciclo y tramo recto, respectivamente. A ella accederemos atravesando el arco de triunfo que, en este caso, es de medio punto con columnas entregas que llevan capiteles historiados. En el del lado del Evangelio dos figuras centrales parecen unir sus manos mientras, a uno y otro lado, se aprecia un centauro y un animal sobre el que cabalgo un jinete de pequeño tamaño. En el del lado derecho, por su parte, veremos animales fantásticos afrontados. Estos capiteles presentan motivos cuya identificación resulta, dada su rudeza y su parquedad en detalles, muy complicada.

PINTURAS:

Mucho interés tienen las pinturas murales conservadas en el ábside, que desarrollan el ciclo de la Pasión. Pertenecen al artista anónimo, conocido como "maestro de San Felices", que pintó también las de la cercana iglesia de La Loma y otras vecinas de Palencia y que trabajó en esta zona en los finales del siglo XV.

Los frescos en el ábside están dispuestos en tres frisos donde las escenas se separan por bandas negras y granates. La secuencia temática tiene el siguiente orden: de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo relata el Nacimiento e Infancia de Jesús, salvo una imagen que alude al patrón de la iglesia, S. Juan Bautista. En el friso inferior se hallan dos murales, separados por una ventana abocinada, que ocupan una gran superficie. El friso intermedio, separado por una banda de motivos geométricos contiene tres frescos. En el último piso se inicia el ciclo.

X

<

>

X

<

>

En líneas generales podemos apreciar una evolución técnica y estilística, o por lo menos una disposición más cuidada, por parte de los artistas en los cuadros inferiores, donde los paneles son mucho más grandes, los fondos están más trabajados integrándose las figuras en un mundo urbano de torres y casas, con alusiones a un ambiente cotidiano. En la escena inferior derecha, el tema principal es el banquete de Salomé y Herodes (que aparece muy desdibujado), que reproduce un festín de la época del pintor. Un juglar tañe una vihuela de siete cuerdas, dos personajes dialogan señalando a Herodes y Salomé que se dispone a trinchar un ave, mientras dos sirvientes acercan a la mesa la cabeza del Bautista.

Frente a esta pintura se representa a Jesús entre los doctores. Se repite la complejidad compositiva y la alusión al mundo cotidiano. Jesús sentado en una silla de tijera centra la composición, mientras su mirada y su dedo señalan a un personaje en un púlpito. Varias figuras más aparecen rodeando a Jesús, entre ellas la Virgen, arrodillada a su lado. Uno de los personajes sostiene un libro abierto, mientras un soldado lleva a un condenado. Esta escena y la anterior están marcadas por un gran naturalismo.

El ciclo del nacimiento de Jesús, comienza en el friso superior izquierda con la Anunciación, donde las figuras de una belleza idealizada destacan sobre un fondo plano, el arcángel sujeta una filacteria donde se lee "ave maría", se observa una cierta desproporción en las manos de la Virgen y del arcángel. Entre las dos figuras un jarrón marca el eje compositivo, y es de apreciar que aparece vacío, sin el símbolo mariano.

A continuación la Virgen visita a su prima Isabel. Las dos figuras expresan en sus rostros y en su actitud una gran emoción, dejando patente el sentido humano del tema. El entorno arquitectónico es de una gran simplicidad.

X

<

>

X

<

>

El friso intermedio está compuesto por tres frescos, el central hace referencia al Nacimiento de Jesús, en un paisaje urbano se encuentra la Virgen en actitud de adoración, en el centro el niño y a su lado izquierdo una figura que suponemos sea S. José.

En la parte izquierda se muestra la Adoración de los Reyes. Las figuras se dividen en dos conjuntos, el primero es el de los Reyes que portan grandes copas. El Niño une los dos grupos sentado sobre el regazo de su Madre tomando la copa del Rey más anciano mientras le bendice. Los otros en actitud de conversar se sitúan más alejados de la escena principal. San José ocupa un lugar secundario detrás de la Virgen. En esta y otras escenas hay muchos elementos que parecen que estén sin concluir, como las coronas de los reyes, el nimbo, la túnica de la virgen o la estrella de Oriente.

El último panel representa la circuncisión. Pintura muy deteriorada en la que se aprecia a un personaje con una gran navaja dispuesto a ejecutar la operación. Queremos hacer notar que se trata de una navaja, y no se puede interpretar la escena aludiendo a un desproporcionado miembro viril del niño, dando píe para suponer la libertad de pensamiento de un artista en esta época, si nos fijamos con atención, apreciamos tanto en ésta, como en la circuncisión de Valberzoso, la presencia de una navaja de forma curvilínea, con un mango de diferente color a la hoja, donde se aprecia el remache que une las dos partes del utensilio.

PROPIEDAD Y VISITAS

Obispado de Santander. Debe solicitarse la llave en una casa próxima o contactar con el sacerdote responsable del templo, en el teléfono 942 770178.

X

<

>

X

<

>

BIBLIOGRAFIA

GARCIA GUINEA, M.A.: El Románico en Santander. Santander 1979, tomo II, pp. 450-452.
GARCIA GUINEA, M.A.: Guía Artística de Cantabria. Santander 1988, pp. 231-232.
GARCIA GUINEA, M.A. et alii: Historia de Cantabria. Prehistoria. Edades Antigua y Media. Santander 1988, pp. 539-541.

LOCALIZACION Y ACCESOS

Mata de la Hoz se encuentra en el municipio de Valdeolea, al Sur de Cantabria. Para llegar a este pequeño pueblo, debemos tomar la carretera nacional 611 con dirección a Palencia. Una vez pasado Reinosa y Matamorosa, tomaremos la desviación a mano derecha que nos lleva hacia Villaescusa, pasaremos este pueblo, Olea, las desviaciones de Santa Olaya y La Loma para encontrar el pueblo a mano derecha. Distancia a Santander: 100 kms.