Se encuentra la imagen en una Ermita, a la que antiguamente llegaba la Ría de Solía, en la que hoy son marismas, al Oeste de los astilleros, en la llamada Mier del Llar o la Revilla. Es pequeña y graciosa, de una sola nave, con bóveda de crucería y espadaña de una sola voz. Se asienta sobre una amplia explanada muy a propósito para romerías y procesiones.
La imagen es una de las tallas de las llamadas: “Virgen de Belén” o “Vírgenes de la Leche”, amamantando a su hijo, al que sujeta con el brazo izquierdo, mientras con la mano derecha descubre el pecho. El Niño, muy gracioso, con los carrillos hinchados glotonamente, acaricia con la mano izquierda la diestra de su madre con ternura. La Virgen, de buen tamaño, está de pie, vestida de túnica y manto y coronada en la misma talla, sobre un pedestal que representa la cabeza de un ángel. Se encuentra situada en un buen retablo barroco, al parecer trasladado no hace mucho. Parece una imagen del siglo XVII.
Sin embargo, hubo otra imagen anterior medieval (retirada y situada en el siglo XVII por la barroca actual). Es pequeña y sedente en un escaño, con el Niño sobre la rodilla izquierda, morena y tocada con corona. Fue adquirida por la Diputación Provincial con otros bienes; al iniciarse la construcción del Museo del Real Astillero de Guarnizo, en 1.948 y colocada por Don Tomás Maza Solano sobre una repisa en forma de proa de embarcación en una de las dependencias del museo.
Historia
Esta devoción en Guarnizo es muy antigua. Ya en el año de 1 .525, no sabemos por qué motivo, estaba depositada la imagen de la Virgen de los Remedios. En la Iglesia parroquial de Muslera, propiedad entonces de los monjes de Corbán; parece que los vecinos no estaban muy de acuerdo, y querían volver la Virgen a su habitual eremitorio, por la buenas o por las malas. Por lo que el padre Vicario de Corbán requirió a los vecinos “en razón de que no levanten la imagen de Nuestra Señora de los Remedios, que estaba depositada en la Iglesia de Santa María de Muslera, ni la pasasen a la Ermita. Ni menos llamasen capellán, que les dijese misa hasta que cl prior proveyese de todo como patrono de la dicha Iglesia
La lucha por la propiedad de la Ermita de los Remedios y la Iglesia de Muslera, abierta o solapada, existió siempre entre los monjes y los vecinos. La Ermita, a principios de siglo XVII, estaba prácticamente arruinada. Se contrato su reedificación el día tres de abril de 1.622, con el maestro cantero Juan de la Calleja, vecino de Somo. después de haber puesto la obra “a puja” entre varios artífices, por precio de 50 ducados. De grueso habrían de tener las paredes dos pies y cuarto, y la piedra se debería sacar de las famosas canteras de Somo llevándola en pinanzas al Rivero de Tijero, desde donde se trasladaría directamente al emplazamiento de la obra.
Sin embargo, dos años después aún no estaba hecho el reparo, ya que el Concejo de Guarnizo se juntó el día 12 de mayo de 1.624, “a son de campana tañida, como tienen costumbre”, para tratar que la Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios se edifique y haga como se va haciendo
Asistió Fray Jerónimo de la Concepción, prior de Corbán, y el procurador del Concejo, José de la Serna, y todos los vecinos. Autorizó el prior las obras con la condición de seguir la ermita dependiente del santuario de Muslera no sólo en cuanto a la fábrica, sino también en los cultos.
Parece que al año siguiente ya se había terminado la obra, pero en 1 .625 aún estaban sin entregarse la imagen, por lo que los vecinos durante la noche del sábado 29 de marzo escalaron la iglesia de la Muslera, rompieron el tejado y quitaron la palanca de la puerta.
Llevándose "la imagen dorada de la Virgen" y colocándola de nuevo en su Ermita. El día 14 de abril, el padre procurador presenta una querella contra algunos vecinos de Guarnizo "por haber éstos escalado el tejado y puertas de Santa María de Muslera, y extraído dc ella violentamente la imagen de Nuestra Señora de los Remedios y otras cosas..." En 1.634 aún tenía esta Virgen su retablo y altar en la parroquia.
Ya en el año de 1.702 vuelve a reconstruirse el santuario, por el Maestro de Cantería Joseph del Regato vecino de Maliaño, quien se compromete “a plantar dicha capilla en el sitio donde hoy se baila la dicha, buscando planta firme”, como se dice en el contrato. Lo que nos hace suponer el terreno pantanoso en que estaba asentada, por la proximidad de la ría. Los estribos habrían de ser dc sillería. "En el centro del mediodía, echará una ventana rasgada de arriba a bajo", y se dice que el arco toral llevaría sus basas y capiteles, con la crucería "bien apurada y perfilada". Habría de terminase para el día de San Andrés de 1.703, siendo a la sazón mayordomo Santiago de la Serna. En 1.768 se reedificó de nuevo la Iglesia.
Esta última obra es la que ha llegado a nuestros días, aunque con reformas posteriores, porque vemos una fotografía de la ermita en el año 1.941, en que la espadaña estaba colocada en la parte posterior de la iglesia, y hoy día la vemos situada en el ábside. A propósito de esta espadaña, escribe Amós de Escalante en Costas y Montañas: "... La Ermita de Los Remedios, arrimada a un árbol solitario. Desde lejos no distingues el extraño blindaje que protege su campana de las pedradas de los transeúntes. No sé si habrás observado que una de las tentaciones más vivas de los despoblados es la de probar con un guijarro el timbre de los esquilones de los santuarios; algún advertido previó en los Remedios este riesgo, rodeando su campana con un a modo medio tonel de madera:
el blindaje ha estorbado la puntería al metal, pero no ha resistido el choque de los proyectiles..." Acaso éste fuera el motivo de haber cambiado el campanario.
En 1.756 se habían plantado alrededor 10 álamos, de los que.. como dice Amós de Escalante, en el siglo pasado sólo quedaba “un árbol solitario”. Se celebraba la fiesta el primer domingo de septiembre. con una animada romería a la que acuden no sólo los vecinos de Guarnizo, sino los de otros pueblos cercanos, y aún gente de Santander. Se recuerdan algunas coplillas entonadas antiguamente al son de las panderetas:
La Virgen de los Remedios
la llevo en el corazón,
en el pañuelo, avellanas,
rosquillas en el zurrón.
Si vas a los Remedios
sube a Muslera,
y verás a su hermana
la marinera,
reza a María
y vuélvete cantando
desde Solía.
Extractos del estudio de M. del Carmen González Echegaray, del Libro “Guarnizo y Ntra. Sra. de los Remedios”, de Natividad San Miguel Maté, pags. 182-185
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