En Santander, ciudad catedralicia de la diócesis tenemos los siguientes monumentos religiosos urbanos:

Escultura del Sagrado corazón de Jesús
Está situada por delante de la Iglesia de los Jesuitas de Santander fue inaugurada en el año 1912. Es obra del escultor catalán, Castellanos y pudo alzarse gracias a la generosidad de doña Carmen y doña Dolores Sierra. El gesto fue cuestionado por los herederos de la donante, alegando que había coacción y "engaño", por incitación del padre Ortiz. Una parte de la prensa se puso de parte de la familia reivindicadora de la herencia y la polémica provocó por la intervención del obispo que encontró inocente al sacerdote.

Escultura del Cardenal Herrera Oria
Esta escultura se sitúa al lado de la iglesia de Santa Lucía, en la Calle Gómez Oreña. Es obra de los escultores Ana Loriente y Juan Ansótegui. La materia escultural es la piedra y el bronce. Fue inaugurada en el año 1999. Se trata de una estatua sedente siendo la parte baja de piedra y siendo de metal la el torso, las manos y la cabeza del cardenal.

Estatua a la Virgen de la Asunción.

Realizada en piedra tallada, obra del escultor Manuel Álvarez-Laviada (1894-1958). Su diseño corrió a cargo del arquitecto, Enrique Huidobro Pardo (fallecido en 1966). Situado en la Plaza de Atarazanas frente a la Catedral en Santander, España. Inaugurado en 1949.

La sensación ascensional de la escultura se logra en principio, por la considerable altura que logra el monumento, gracias a los varios niveles superpuestos que constituyen su basamento, ordenados de abajo arriba, por orden decreciente de altura y superficie basal. La propia imagen transmite esa misma sensación de elevación hacia lo alto, con la postura erguida de la Virgen con sus brazos y manos abiertas hacia el cielo y con su larga túnica dispuesta en innumerables pliegues que sobresalen incluso por debajo de su figura y que sólo descubren sus pies desnudos, uno apoyado en el semicírculo que corona el pedestal y el otro al aire y sin apoyo. La percepción de movimiento ascensional se refuerza por la disposición de los cuatro angelitos del piso inmediato inferior que también tienen sobre piedra apoyados el pie de una de sus piernas mientras que la otra pierna flexionada hacia atrás deja su pie al aire. Apoyadas sus manos a la parte de abajo de la planta superior pareciendo forzar su alzamiento.

Estatua del Obispo José Eguino y Trecu

Escultura realizada en 1968 en honor de este obispo de nuestra diócesis. Obra del escultor Manuel Cacicedo Canales (1909-1990). Ubicado junto a la torre de la Catedral de Santander, en la plaza que lleva nombre de este obispo. La estatua de bronce tiene un pedestal de piedra con esta dedicatoria: A D. JOSÉ EGUINO Y TRECU EL OBISPO BUENO (1880-1961). Las citadas fechas son relativas al año de su nacimiento y su fallecimiento. Sobre este pedestal la figura en bronce presenta al obispo de pie sobre una pequeña losa de la que sobresale el pie izquierdo calzado del obispo. Su vestimenta es una sotana de botonadura con fajín episcopal y capa. La imagen del obispo sostiene con el brazo hacia abajo un sombrero eclesiástico de teja. Asismismo se figura con su cruz pectoral y solio de obispo. El otro brazo también hacia abajo permanece semiescondido tras los pliegues de la capa.

Escultura de San Roque

Escultura en bronce. Representa al santo revestido de los atributos del peregrino. Obra del escultor Cristino Mallo seudónimo de Cristino Gómez González (1905-1989). Ubicada en una urbanización frente a la iglesia de San Roque en el Sardinero, Santander, España. El Santo de Montpelier (1345-1376) aparece son su vara de peregrino y su perro (que popularmente se le atribuye).