Juan Antonio del Val Gallo (1971-2002)
BIOGRAFÍA:
Nació el 13-VI-1916 en Barrio Panizares del Tozo (Burgos). A los 12 años de edad, entró en el Seminario de la Universidad Pontificia de Comillas donde estudió Humanidades (1928-35). Terminó allí sus estudios sacerdotales donde se licenció en Filosofía (1939) y después en Teología (1944). Ordenado sacerdote el 23-VII-1994. El entonces obispo de Santander, José Eguino y Trecu, le encarga la parroquia de Mortera como ecónomo y ejerce como profesor de Filosofía en el Seminario Diocesano de Monte Corbán, en 1954, canónigo por oposición como maestrescuela de la Catedral, Director del Secretariado diocesano de Catequesis, de los Cursillos de Cristiandad, de la Unión Apostólica, Vicario episcopal de Religiosos. En septiembre de 1968 fue Vicario General de la Diócesis, cargo que desempeñó hasta su promoción al Episcopado.
Inicio de la etapa episcopal:
El 10 de abril de 1969 Juan Antonio del Val es designado por el Papa, Pablo VI, como Obispo Titular de Santa Justa y Auxiliar del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla José María Bueno Monreal, quien lo consagró el 15-V-1969 en la Colegiata de Jerez de la Frontera. Allí, en Jérez establece su residencia. Tras esto actúa dos años de Vicario General en Jerez.
Obispo de Santander:
El 4 de diciembre de 1971 es nombrado Obispo de Santander, sede de la que toma posesión por poder el 6 de enero de 1972 y entró en la Diócesis el 16 de este mes. En 1977 reabrió el Seminario Diocesano de Monte Corbán y nombra rector a Carlos Osoro Sierra, actual arzobispo de Oviedo. Según destacó el Obispado, su labor pastoral también destacó por el cuidado singular que prestó a sus sacerdotes, para los que crea la Caja de Compensación y logra, asimismo para ellos, la Seguridad Social. Igualmente inaugura la Casa Sacerdotal "Villa Marcelina" de Santander. Durante su mandato, Del Val distribuye la Diócesis de Santander en seis Vicarías Territoriales; crea catorce Arciprestazgos y tres Consejos Presbiteriales. Asimismo reconstruyó el 60 por ciento de los templos, inaugura el Museo Diocesano de Santillana del Mar, la Librería de Pastoral, La Casa de la Iglesia de Santander y el Centro de Orientación Familiar. Igualmente crea la Cátedra Juan Pablo II, el Centro Adherido al Instituto de Teología a Distancia y el Aula de Teología de la Universidad de Cantabria.
Sínodo diocesano:
Convocó en la Diócesis a catorce nuevos Institutos Religiosos para que con su presencia y carismas particulares acrecentaran el bien espiritual de nuestra Iglesia local; pero Mons. Juan Antonio del Val destacó, en particular, por la convocatoria del II Sínodo Diocesano de Santander que se desarrolló entre 1985 y 1988 mediante una amplia consulta pastoral a clérigos y seglares con el fin de mejorar el bien espiritual de toda la comunidad diocesana. Al cumplir la edad de jubilación, Del Val puso su cargo a disposición de Juan Pablo II, que aceptó su renuncia y cesa como Obispo de Santander el 23 de septiembre de 1991, si bien ejerció como Administrador Apostólico de la Diócesis hasta el 21 de noviembre de ese año citado.
En la Conferencia Episcopal Española ejerció de miembro de las Comisiones Episcopales del Clero, de Medios de Comunicación Social, de Pastoral y de la Mixta.
Mons. Juan Antonio del Val Gallo fue autor de varios trabajos de psicología aplicada, tales como "Introducción a la Antropología" (1967); "El Inconformismo de la Juventud" (1971); "El Cristiano de los años 2000" (1994) y "Claves para la vida cristiana", que publicó en 1997.
Honores y reconocimientos que tuvo:
Entre otros el de "Personalidad Jerezana 1971"; Hijo Predilecto de Cantabria (1994); Magister Senior de la UNATE (1997) y la posesión de la Medalla de Plata de Santander, que recibió en 1996.
Muerte y funeral:
El miércoles 13 de noviembre de 2002, a las 20,00h horas falleció en Santander contando con 86 años. Concluyó así una agonía que se había prolongado durante los últimos quince días. Había sido hospitalizado en la clínica Mompía como consecuencia de un problema de arritmia, aunque durante su permanencia en el citado centro sanitario había sufrido complicaciones a causa del 'parkinson' que padecía. El arzobispo de Oviedo, el cántabro Carlos Osoro fue el encargado de darle pocos días antes la extremaunción. Aunque esperada, su pérdida fue sentida hondamente por la diócesis. El Diario Montañes decía de él en su despedida: "adiós a un hombre bueno"
Dos días estuvo instalada la Capilla Ardiente en el obispado, abierta a todos los fieles desde la tarde del día siguiente, de las 16 a las 22 horas y de 10 a 14 horas, del día 15. A las 16,45 horas de este segundo día, sus restos mortales fueron trasladados en procesión desde la Capilla Ardiente, hasta la Catedral donde se celebró la misa exequial y entierro. Al mismo asistieron el Cardenal y arzobispo emérito primado de Toledo, Monseñor Francisco Alvarez Martínez, el Arzobispo de Oviedo, Monseñor Carlos Osoro Sierra que esuvo acompañado por el arzobispo emérito de la diócesis asturiana, Monseñor Gabino Díaz Merchán y por el obispo Auxiliar de Oviedo, Monseñor Atilano Rodríguez, el obispo de Bilbao, Monseñor Ricardo Blázquez, acompañado de su obispo Auxiliar Monseñor Carmelo Echenagusía, el obispo de León, Monseñor Julián López Martín y el obispo de Jerez, Monseñor Juan del Río. Se hubieron de efectuar preparativos extraordinarios en el interior de la Catedral de Santander para acomodar a los asistentes sin dificultades en el interior. Además, se instalaron pantallas panorámicas de vídeo y así los fieles pudieron seguir con detalle toda la ceremonia. Por último fue enterrado en un nicho habilitado en el suelo de la Nave del Santísimo de la Catedral de Santander.