SIGLO XVI: LOS PASIEGOS: Su asentamiento en Cantabria a la sombra de la iglesias levantadas en la zona del Pas en esa época.
La fijación del poblamiento pasiego debió producirse en el s. XVI a partir de "seles" ganaderos originales. En esta época se levantaron las primeras iglesias y ermitas en los Montes de Pas que actuaron como pequeños polos de asentamiento, de la misma forma que había sucedido en el resto de Cantabria en los siglos altomedievales. En 1632 aparecen constituidas las iglesias de Ntra. Sra. de la Vega, San Roque de Rumiera y San Pedro del Romeral, y dependientes de esta última las ermitas de Ntra. Sra. del Rosario y Ntra. Sra. de Rosconorio, ambas "en los confines de Toranzo".
FINES DEL S. XVI E INICIOS DEL XVII.- Inicio y primeros episodios de un largo proceso para la creación del obispado de Santander desmembrado del arzobispado de Burgos
Este plan surge durante el reinado de Felipe II con la finalidad de mejorar la administración espiritual y vigilar mejor las poblaciones del Cantábrico, donde se filtraba propaganda herética. La iniciativa partió del rey que se la propuso al arzobispo de Burgos, dando lugar entre 1577 y 1584 al denominado Plan Vela (en atención al apellido del arzobispo Cristobal Vega) que como compensación suponía la anexión al arzobispado de Burgos de diversas abadías y arcenadiatos. Por causa de la oposición del Cabildo, el plan no llegó a fructificar. El arzobispo Zapata, sucesor de Vela, también quiso favorecer el plan real mejorando los deseos del Cabildo, pero muerto ya Felipe II, el Cabildo siguió manteniendo su oposición. Se mantendría también el con los siguientes arzobispos Alonso Manrique y Fernando de Andrade, que finalmente se plegaría a la decisión del Cabildo. Sin embargo, el interés real en la creación de una diócesis en Santander no cesó. Felipe IV, para asegurar que en adelante los arzobispos siguiesen la idea real y no cambiasen de opinión exigió a los siguientes en acceder al cargo que lo hicieran previo consentimiento de desmembrar la diócesis.
Así las cosas, con el apoyo de la Corte y sus ministros además de la nunciatura, en 1660, se inicia en la Sagrada Congregación Consistorial de Roma un largo litigo puesto que la firme actitud real acabó con la neutralidad manifestada por la reina regente de Carlos II, Doña Mariana de Austria, que favoreció en 1669 una decisión romana favorable al Cabildo de Burgos, dejando el asunto provisionalmente zanjado con una visita episcopal a las montañas de Santander con el auxilio de un obispo auxiliar, teniéndose que esperar para la resolución definitiva del asunto hasta mediados del siglo siguiente.
SIGLO XVII: El Monasterio de Corbán sigue creciendo en importancia.
Precisamente de ese siglo es la construcción de la portada principal del monasterio, y otras obras (enlosado del suelo, nuevos retablos y mobiliario de ornato de la iglesia, etc.). En el s. XVIII, tenemos en el convento, a una gran celebridad, Fr. Antonio de San Miguel, que desempeñó elevados cargos, tanto dentro de su orden como fuera de ella y fue el fundador de una de nuestras obras más monumentales, que compone el monasterio nuevo del Monte Corbán. Nació el 29 de Febrero de 1926, en Revilla de Camargo. Su nombre antes de profesar era Alejandro Antonio Iglesias Cagiga. Fue General de la orden, obispo de Camayagua desde 1776, luego, en 1784 de Mechoacán (Méjico) donde murió. Desde allí envió donativos a su antiguo monasterio de Corbán, que nunca olvidó.