Antonio López del Piélago y López de Lamadrid nació en la villa de Comillas
el 12 de Abril del año 1817, en el seno de una familia humilde.
Tuvo dos hermanos: Claudio y Genara. Sus padres: Santiago López Ruiz y María López Fernández,
provenían de familias hidalgas montañesas venidas a menos por la situación tan precaria que vivía
España al iniciarse el s. XIX.
Antonio López y López encarna "al hombre hecho a sí mismo" gracias a su esfuerzo, trabajo, talento y
astucia. Ha sido uno de los indianos más insignes de Cantabria.
Muy joven viajó a Cuba donde fue empleado de comercio, hasta que ahorró para montar un negocio
independiente: un almacén de ropa. Se casó con la hija de un comerciante catalán. Poco después monta
una línea de vapores de Guantánamo a Santiago. Con motivo de una epidemia de cólera en Cuba, primero
su mujer e hijos, y después él vuelven a España, estableciéndose en Barcelona.
Organiza la línea de Alicante-Marsella en servicio combinado con trenes a Madrid,
mejorando en tiempo el trayecto Madrid-Paris (72 horas). Con motivo de las Guerras de África en Marruecos
(1859-60), se dedica al transporte de las tropas españolas por mar. Consigue un contrato con el Estado de
la correspondencia con Las Antillas, hasta 1932. Funda el Banco Hispano- Colonial y concede prestamos al
Estado Español. Alfonso XII le concede el título de Marqués de Comillas en 1878. Incluso, el propio monarca
pasa por dos años las vacaciones estivales en Comillas, consolidándose una gran amistad personal entre D.
Antonio y el rey.
Hombre honesto, humilde y astuto. Capaz de atesorar riquezas y ganar influencias pero también de dar
generosamente sus bienes para fines altruistas como fue el edificio de la Universidad Pontificia de Comillas.