Dominico, sacerdote profeso
(* Torrelavega, 4-II-1876 † Santander, 23-XII-1936)
Nació el 4 de febrero 1876 en Torrelavega, Santander, Cantabria (España). Muy pronto huérfano de padre, vivió con su madre en Riocorvo y Las Caldas de Besaya. Acogido por los frailes en esta localidad, descubrió su vocación religiosa. Estudió en la escuela apostólica y posteriormente hizo el noviciado y profesó en Padrón (La Coruña) el 10 de septiembre de 1892. Allí estudió Filosofía y después en el convento de Corias. En Salamanca hizo los estudios teológicos y recibió el presbiterado el 25 de febrero de 1899. A partir de 1900 fue misionero por diferentes pueblos de España. Pasó al Perú con el deseo de integrarse en las misiones del Amazonas, pero, ante el éxito de sus predicaciones, lo retuvieron en la ciudad de Lima. Estuvo en Perú de 1913 a 1917 y, al regresar de América, pasó a Las Caldas de Besaya. En 1923 fue trasladado al convento del Olivar, de Madrid. En 1924 fue superior de la casa de Pamplona, año en que recibió el título de Predicador general. En 1926 pasó al convento de Atocha, Madrid, y al año siguiente lo destinaron a desempeñar la cátedra de elocuencia sagrada en San Esteban de Salamanca. En 1932 se incorporó al convento de Valladolid y al año siguiente al de San Pablo de Palencia. En marzo de 1936 fue trasladado a Las Caldas de Besaya. Gran predicador, entusiasta y convincente.
Detenido con el resto de la comunidad sufrió el martirio en la noche del 22 al 23 de diciembre de 1936, en la bahía de Santander. Contaba 60 años de edad.
Fue beatificado conjuntamente con 498 mártires asesinados en la década de los 30 del siglo XX en España el 28 de octubre de 2007 por Benedicto XVI en celebración realizada en la basílica de San Pablo Extramuros.