El Señor de la Misericordia

Autor: José Reixa (1.924-25)

El primitivo "Cristo de la Cruz a cuestas" fue tallado por el escultor Juan de Palazuelos Herrera, de Camargo, para la Santanderina Cofradía de la Vera Cruz en 1.626. En 1.911 fue sustituido por uno nuevo, magnífico, de Lorenzo Coullaut Valera, al que destruyó el fuego de San Francisco en 1.920, obra que había sido contratada por la Orden Tercera, la misma que encargó el actual, cuyo costo pagó una donante anónima. Es de vestir y se cubre con riquísima túnica de terciopelo morado bordada en oro. Bellísimo y patético rostro, excelentemente tallado, así como las manos. Popularmente conocido por "Cristo de las Melenas", al ostentar peluca de cabello natural. Desde 1.996 el trono de esta imagen se complementa el día de Viernes Santo con la efigie de una Dolorosa de vestir, donada por una comunidad religiosa de Madrid, que antaño desfilaba en las procesiones de la capital. Unidas ambas esculturas, constituyen el paso conocido como "El encuentro.


Jesús ayudado por el Cirineo

Autor: José Coscolla y Escuelas Salesianas de Sarriá (1.946-47)

Este magnífico grupo en madera tallada es de gran monumentalidad y dramatismo. Diseñado ex-profeso por el escultor de las Escuelas Sr. Coscolla, fue realizado con el concurso de los discípulos. Encargo de la desaparecida Cofradía de las Angustias, iba a completarse con las figuras de la Virgen, San Juan y la Magdalena, lo que nunca se hizo. Estuvo en la Parroquia de la Anunciación hasta 1.969, y fue entonces trasladado al Museo Diocesano de Arte Sacro (Santillana del Mar), el cual lo devolvió a Santander cuando decidió procesionarlo la Hermandad de la Inmaculada (1.989), tras 36 años sin desfilar.


Cristo Yacente

Autor: Lorenzo Coullaut Valera 1.923-24

El antiguo Yacente, que procesionó desde el siglo XVII en el desfile de Viernes Santo, era obra de escaso mérito que se llevaba dentro de una urna. En 1.914 estrenó la Orden Tercera uno nuevo recién tallado por Coullaut Valera y que habia sido presentado en el Salón Lacoste de Madrid, momento en que comenzó a cosechar innumerables elogios de especialistas que lo saludaron como "obra maestra de la escultura española contemporánea" en la prensa madrileña y luego en la santanderina. Se completaba con un bello ángel lloroso. Destruido por el incendio de San Francisco en 1.920, Coullaut lo repitió con exactitud en la versión actual, aunque prescindió del ángel. Es, sin duda, una escultura de perfecta hermosura, llena de augusta serenidad e intenso, aunque contenido, dramatismo.


Santísima Virgen Inmaculada Dolorosa

Autor: Carlos Valle Hernández (1.993)

Ultima escultura de nueva labra aportada al patrimonio de la Semana Santa santanderina, esta bella imagen es la primera de escuela andaluza que se suma a aquél. Obra del escultor Carlos Valle, la realizó en su taller de Sevilla entre mayo y noviembre de 1.993, policromándola magistralmente su hijo Tulio Valle Fajardo. La preciosa corona se debe a la firma "Orfebrería Andaluza", dirigida por Manuel de los Ríos. El autor de la talla cuenta con abundante producción en imaginería, sobre todo de pequeño tamaño, repartida preferentemente por las provincias del sur de España, Sevilla en especial.


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